“Geeks on a Plane” es el nombre de la iniciativa con la que uno de los empresarios más exitosos de Silicon Valley, decidió recorrer el mundo en busca de proyectos tecnológicos con potencial de inversión.
Por: Daniela Franco García
estadounidense Dave McClure ha sido desarrollador de software, empresario, consejero de ‘startups’ e inversionista por más de 20 años. / Cortesía
“Creemos que el futuro de la web está lleno de experiencias personalizadas”. Lo dijo en algún momento Mark Zuckerberg, creador de Facebook, y hoy quizá lo creen todos los llamados ‘startups’ o innovadores de la era digital.
Tal vez fue una idea como esa la que impulsó a Dave McClure, un nombre que hoy por hoy es sinónimo de un auténtico ‘geek’ —toda aquella persona apasionada por el mundo digital y de la informática—, para que después de haber trabajado en compañías como Microsoft, Facebook, Linkedin, PayPal, Intel o SlideShare, se convirtiera en uno de los empresarios más exitosos de Silicon Valley.
500 Startups es hoy la compañía de McClure, un fondo de capitales semilla ubicado en Mountain View, California (EE.UU.), incubadora de emprendedores de la era digital.
Aunque muchos aseguran que se trata de uno más de los llamados “ángeles Inversionistas”, McClure señala que aunque los montos de inversión pueden parecer similares, su iniciativa va mucho más allá: “nosotros también tenemos fondos de capital para inversionistas que quieran entrar en el mercado. Además, la cantidad de inversiones hechas difiere mucho de los típicos ‘angel masters’”.
McClure no duda en aclarar que él es muy “diferente al inversionista tradicional, en vestido y corbata”. Es por ello que ese espíritu de aventura lo llevó a tomar un avión lleno de ‘geeks’, con su mismo entusiasmo, para recorrer el mundo en busca de proyectos que hagan parte de las casi 200 inversiones anuales que realiza 500 Startups.
“Geeks on a Plane” es el nombre de esta iniciativa: 40 emprendedores y amantes de la tecnología en un avión, recorriendo el mundo de la mano de McClure. Ya estuvo en Tel Aviv, Ciudad de México, Shanghái, Seúl, Estambul, Tokio y Dubái, entre otras ciudades, y recientemente aterrizó en Colombia, país que —asegura— “está generando grandes talentos”.
Su modelo de negocio se basa en una inversión inicial de 25 mil a 250 mil dólares, tomados de uno de sus tres fondos. “Hasta ahora hemos invertido probablemente en 600 compañías. Ya hemos tomado la mayor parte del dinero de nuestro primer fondo (de cerca de US$29 millones) y del segundo (de casi US$44 millones) hemos utilizado la mitad”.
La tendencia, asegura McClure, es el comercio electrónico. “Estamos interesados en el e-commerce, en ideas basadas en las ventas de productos y servicios para consumidores online, pero así mismo para negociantes en la web. Buscamos algo que tenga una oportunidad de expansión global, un equipo que tenga unas bases tecnológicas fuertes y sustentadas. Así es como tendemos a concentrarnos en un segmento de consumidores y resolver sus problemas con algo que tenga un modelo de negocios comprensible”, señala McClure.
Esta vez el anfitrión de “Geeks on a Plane” en Colombia fue el Ministerio de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (Mintic), que no dudó en exponer al empresario su iniciativa ‘Apps.co’, que reúne a emprendedores y desarrolladores TIC de todo el país. McClure y su grupo de ‘geeks’ conocieron e intercambiaron experiencias con jóvenes desarrolladores de apps como ‘Tappsi’, la aplicación que permite pedir taxi desde su celular y que goza de popularidad en el país.
“Hay buenas iniciativas en Colombia, así que hemos determinado que las posibles inversiones serán dos o tres. La decisión aún no está tomada. Se evaluarán proyectos y, en conjunto con nuestros socios establecidos en México, se determinarán los montos y las compañías o iniciativas para invertir”.
Tras su experiencia en Colombia, Dave McClure es enfático en alentar a todos los ‘startups’: “Sillicon Valley no es una meca inalcanzable. Hay increíbles oportunidades y problemas por ser resueltos. Muchos cuentan con elementos electrónicos y se encuentran conectadas las 24 horas, así que no hay límites para la imaginación sobre lo que se puede llegar a hacer”.
Advierte, además, que “las compañías internacionales están interesadas en ideas dedicadas a resolver problemas por los que la gente esté dispuesta a pagar. Hoy quizá ya no es negocio intentar hacer algo basados en Facebook, Instagram o Twitter; en cambio, el e-commerce o los modelos de suscripción son el futuro, ideas para sobrevivir en este mercado de innovación”.
Por: Daniela Franco García